Desde Brasília, capital de Brasil.
En artículos anteriores, dijo que la Ciencia del Derecho hace una distinción considerable entre Estado de precisión y Estado de necesidad. Nuestras necesidades están históricamente representadas por la forma de vida humana primitiva.
Nuestras necesidades, bueno, estas han crecido exponencialmente, con el tiempo. El hecho es que la modernización agrega nuevos “detalles” cada día, que, por superfluos que sean, el ser humano moderno lo ve como “necesidad”, ¡pero la necesidad no lo es!
Por ejemplo, ¿quién necesita un millón de champús, acondicionadores, nuevos modelos de automóviles, electrodomésticos que solo cambian el color de una pieza, televisores de 8, si la regla es que incluso 4K no funciona bien en Brasil?
Todos estamos engañados por docenas de anuncios diarios, en los que el mercado de “marketing” inventa una falacia tras otra y engaña al consumidor con tanta facilidad que incluso los adultos racionales, la sociedad se asemeja a los habitantes del “asilo de Arkham”, donde Los archienemigos de Batman son asilo.
En el campo de la información, es lo mismo. Es posible que haya notado que todos estamos inmersos en el abismo sin fondo de la “ignorancia”. No porque no podamos aprehender, sino porque ya no podemos seguir y digerir la cantidad de información que circula en nuestro mundo digital.
Pero, si pensamos en la cantidad de información “basura” que los medios nos arrojan, como si no fuera más que aguas residuales humanas, entonces es posible darse cuenta de que estamos siendo inducidos a confundir la necesidad con la precisión.
¿Realmente necesitamos la información que publican las redes de radio y televisión? ¿Necesitamos el drama que los presentadores usan en sus voces para dirigir la voluntad de ellos o de las emisoras para las que trabajan? ¿Necesitamos la cantidad de productos que circulan en el mundo? Ahora, si no lo necesitamos, aún menos es nuestro estado de precisión para tantas cosas que la publicidad nos vende.
Después de esta pandemia de Coronavirus / Covid-19, ¿seremos un poco más reflexivos y selectivos?
Nuestro mundo virtual se ha fragmentado y se ha convertido en paralelo a lo real. En lo virtual, la lógica aristotélica del “animal cívico”, es decir, la necesidad de vivir en sociedad, se está desmoronando gradualmente. Las personas viven con avatares, como explico en mi nuevo libro, que pronto será lanzado: “Del alarmismo apocalíptico a la resurgencia social y económica: mundo utópico, mundo distópico”.
En Japón, las personas ya viven, se relacionan y se casan con avatares, muñecas y muñecas virtuales. Di lo que quieras decir, pero los avatares y las muñecas no son más que COSAS, que están siendo humanizadas para satisfacer las estructuras mentales frágiles, confusas y confusas, por nuestro estilo de vida inducido políticamente.
En este caos de información y vida virtual, hay varios problemas a considerar. Menciono cinco de ellos:
1 – la cantidad de información que circula a nuestro alrededor;
2 – la calidad de la información. Hoy en día, cualquiera puede usar las redes sociales y difundir “noticias” sin límite de temas, y sin compromiso con la verdad del contenido temático. Este también es el caso porque con TI: la tecnología de la información miles de millones, literalmente miles de millones, de “expertos” en Ciberespacio ocultación han surgido, difíciles de rastrear;
3 – La globalización de Internet eliminó cualquier necesidad de “calificación” profesional de fuentes que difunden noticias. Este fenómeno tiende a nivelar la calidad de lo que leemos, vemos y escuchamos, razón por la cual cualquiera es reconocible como un influente digital y fácilmente se convierte en un “creador de opinión”.
Este es nuestro nuevo mundo, en el que el vacío y el sin forma dictan las nuevas reglas y, en el que queda el resto para adaptarse, aceptar o luchar, y tener paciencia para que en unas pocas décadas, sean vistos históricamente como el contrapunto racional.
4 – las personas, las empresas, los gobiernos y las oposiciones políticas están utilizando robots “internéticos” para producir noticias “falsas”, con el fin de desestabilizar la vida privada, los competidores del mercado y las economías políticas, siempre para utilizar los beneficios, de la desestabilización;
5 – el crecimiento exponencial de lo humano y la humanización de las cosas. Los seres humanos son eliminados como un fin, para transformarlos en medios simples. La felicidad humana ya no está en lo “humano”, sino en la “cosa” física o virtual que humanizamos.
¡Viva a la naturaleza! ¡Viva a los animales! ¡Viva a los innumerables avatares que estamos creando! ¡Muerte al humano, porque es malvado y merece ese fin! ¡Que se muera, el fin! ¡Viva, los medios! Cuando me detengo a reflexionar sobre la fase por la que estamos pasando, nuevamente, creo que el problema con los tontos es que incluso cuando están presentes, están ausentes …
Esta nueva realidad virtual que inauguramos en el siglo XXI es inquietante, porque está debilitando, aún más, la capa delgada de las frágiles estructuras mentales de nuestra sociedad mundial.
¿Dónde vamos a parar? ¡No pararemos! Simplemente no vamos a parar y este no es el punto. ¡La evolución no acepta frenos! Hay una solución para aliviar los efectos nocivos de la autofagia bio psicológica que estamos practicando, es suficiente que volvamos al primer amor; que miremos en el espejo de la vida y veamos, otra vez, nuevo, que lo que se refleja en la superficie pulida que tenemos delante es, realmente y definitivamente, el mayor de todos los tesoros…
No te pierdas, el próximo sábado, el último episodio de esta serie.
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