Desde Santiago de Chile,
Tuve el placer de conocer a Maru Amallo en Santiago de Chile. Ella es locutora, programadora, contadora con tesis pendiente y estudiante de Licenciatura en Sistemas de Información.
Por su currículo se percibe que Maru es una de aquellas “Historias de los que no se rinden”. Cuando la invité a participar en esta serie de entrevistas, aceptó de inmediato. Seguro que te gustará lo que leas, porque su trayectoria inspira a los que estan listos para luchar por sueños.
Señoras y señores con ustedes desde Santiago de Chile, Maru Amallo:
Judivan Vieira: Cuéntanos un poco sobre ti.
Maru Amallo: Antes que nada mi nombre es María Eugenia Amallo pero suelo presentarme como Maru Amallo. Si bien vivo actualmente en Santiago de Chile, soy argentina, nací en la ciudad de Rosario en la provincia de Santa Fe (igual que Lionel Messi) y viví casi toda mi vida en Buenos Aires. No llegué sola porque unos minutos antes de mi nació Analía, mi hermana gemela y compañera de aventuras. Años después se sumaron Marisol y Laura para completar el equipo. ¡Si, 4 mujeres! Hoy además tenemos 2 nuevos integrantes, mi sobrina Jazmín y mi sobrino Lorenzo que son la luz de mis ojos.
Los grandes creadores de este equipo se llaman Luis y Liliana quienes han trabajado tiempo completo toda su vida para brindarnos lo que necesitábamos. Obviamente no se podía todo ya que éramos una familia numerosa en un país donde las crisis económicas son periódicas; pero nos brindaron lo más importante que son los valores; nos enseñaron que las cosas se consiguen siempre con esfuerzo, que todo lo que nos propongamos lo podemos conseguir, a ser buenas personas y muchisimo más, pero me gustaría remarcar que nos motivaron siempre a estudiar.
¿Por qué destaco el estudio? Porque es lo que me ha abierto más puertas. A pesar de mi resistencia, mis papas hicieron el esfuerzo y tuve mis primeras clases de inglés a los 8 años. Años más tarde yo misma me pague clases de inglés porque todos los trabajos pedían eso como requisito. Me egresé de la secundaria con un título de Perito Mercantil que supongo marcó mi camino a estudiar Contador Publico. Estudié casi toda la carrera en la Universidad de Buenos Aires donde me quedaron 6 materias para recibirme y después de una pausa retomé en la Universidad Abierta Interamericana donde tuve que hacer 21 materias más para graduarme aunque no tengo el título porque nunca presenté mi tesis final. Para esa época había empezado a colaborar con mi papá en la producción de un programa de radio y eso me acerco a ese mundo y me apasionó. Eso me llevó a crear mi radio online (ahora está apagada porque no tengo tiempo libre) y a querer estudiar locución. Al segundo intento logré ingresar al ISER (Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica) y en el 2017 me recibí de Locutora.
En paralelo a todo esto hay otro pasatiempo que comenzó allá lejos de muy chica cuando vi mis primeras líneas de código HTML gracias a un ex novio; me resultó super interesante pero en esa época solo era eso. Siempre tuve una inclinación a los sistemas que incluso me llevó a ser, por ejemplo, Responsable de Facturación y Cobranzas para unos hoteles en el sur de Argentina. Con el paso de los años y mis distintas experiencias laborales mi curiosidad iba creciendo y fue así que me puse a aprender a crear sitios web, que cada vez eran más necesarias para las empresas y a hacer trabajos que me generaban un ingreso extra, pero la verdad es que me divierte mucho y cada vez estudiaba más de manera autodidacta y aprendía a programar sitios web cada vez más complejos.
Mi pasión por diseñar y crear sistemas crecía día a día. Me la pasaba aprendiendo nuevos lenguajes de programación y todo lo relacionado, era casi una obsesión. Me moría de ganas de que eso sea mi trabajo pero como yo aprendía por mi cuenta y no había ido a la universidad para estudiar eso, sentía que no podía hacerlo y las búsquedas que leía me hacían sentir que yo no estaba a la altura.
Un día necesitaba cambiar de trabajo y mi hermana gemela me incentivó a que me postule e incluso me armó un CV (curriculum vitae) y en menos de 10 días ya tenía un trabajo como programadora habiendo tenido que decidir entre 2 ofertas. Ese año me anoté en la facultad nuevamente para estudiar la Licenciatura en Sistemas de la Información y ahora me quedan 5 materias para recibirme.
Cambiando mucho de tema, desde muy chica me gustaron las novelas y gracias a eso llegue a las novelas de Brasil y de esa manera logré aprender portugués. Había tomado unas clases pero la verdad es que lo aprendí mirando las novelas en portugués.Tuve la oportunidad de vivir casi 3 meses en Italia estudiando italiano y es por eso que también hablo italiano aunque hace mucho que no lo hablo.
JV: ¿Cómo ha surgido la idea de emigrar de Argentina para Chile?
MA: Estaba trabajando en Argentina para una empresa importante y en el 2020 me ofrecieron venir a Chile. Justo yo estaba pensando en emigrar a Canadá donde había visto que había oportunidades para mi y donde estaba viviendo una de mis hermanas, así que ya el pensar en irme de mi país era una opción y me ayudó a tomar la decisión y a aceptar esa oferta. Estábamos justo en plena pandemia y eso demoró mi venida a Santiago, pero en enero del 2022 ya estaba instalada.
JV: ¿Cómo ha sido tu adaptación y que es necesario para el encaje cultural?
MA: Me siento afortunada porque la adaptación fue bastante fácil para mi, gracias a todas las personas que me acompañaron en este camino y que aun me siguen acompañando.
Podría contar sobre cada una de las personas que fui conociendo que hoy son mi soporte acá del otro lado de la Cordillera de los Andes, pero creeme que son muchas. Respecto del encaje cultural, lo que más me costó es que todo cierra más temprano y me ha pasado de querer ir a tomar un café a las 7 de la tarde y que esté cerrado; querer ir a comprarme ropa después del trabajo y que también esté cerrado. El parque para ir a caminar cierra a las 21 horas, al igual que algunos restaurantes. Todas esas cosas son super distintas ya que en Buenos Aires si queres podes ir a cenar a las 12 de la noche.
Otro tema es que algunas personas hablan demasiado rápido y no llego a entenderles y me siento mal cuando les pido que me repitan varias veces. Además hay muchas expresiones distintas y yo tengo al hablar un porteño muy marcado que no me hace pasar muy desapercibida. Creo que solo diciendo “hola” ya es suficiente para que sepan que soy argentina.
JV: ¿Cuéntanos sobre porque elegiste tantas áreas de trabajo y sobre tus calificaciones académicas? ¿Te gusta ser múltipla como eres?
MA: Creo que nunca elegí saber sobre muchas cosas, soy curiosa y me gusta aprender. Si algo me genera curiosidad voy a ponerme a leer, a ver videos y a jugar lo más que pueda con esos conocimientos creando cosas nuevas.
Siento que “el conocimiento” son como capas de una cebolla que se van agregando una arriba de la otra y que todo tiene que ver con todo. Ante los distintos desafíos que se me van presentando es como que voy asociando en una rara asociación libre. Nunca me motivaron los títulos, siempre es querer conocer cosas nuevas y tener cada día más, herramientas para resolver los desafíos que se me presentan. Muchas veces dudo de mis conocimientos sobre algunas cosas, pero lo que nunca dudo es de mi capacidad de aprendizaje.
Estoy convencida de que aprender es un entrenamiento al igual que ir al gimnasio, mientras más lo haces más fácil es. Las cosas que me resultan difíciles de aprender en realidad es porque no me divierten tanto, pero con el tiempo es como que voy atando conocimientos y de repente empiezan a cobrar forma y a ser más simples de entender. Mis estudios formales e informales me dieron muchísimos conocimientos de los llamados “duros” o “hard skills” pero me gusta destacar los “soft skills” o “blandos”.
Los conocimientos duros son más rápidos de aprender que los blandos y por eso trato de estudiar mucho sobre eso. Hoy me toca ser Líder Técnico de un equipo de desarrollo de software y la parte técnica de mi trabajo es super importante, pero la parte de liderazgo siento que es la que realmente marca la diferencia, sobretodo porque trabajo con equipos multiculturales y distribuidos en muchos países. Para responder si me gusta ser “multiple” puedo decir que ¡Me encanta!
JV:¿Sientes algún prejuicio en esa área de trabajo en contra las mujeres o el conocimiento técnico derrumba las barreras históricas y de las desigualdades salariales?
MA: Como comenté en la pregunta anterior, soy TL (Lider Técnico) en un equipo de desarrollo de software. Respecto de ser mujer en tecnología tengo que decir que si hay ciertas desigualdades más que nada porque somos poquitas, pero en mi caso particular nunca he sentido que fui perjudicada por ser mujer. Por suerte cada vez somos más y las empresas intentan atraer mayor cantidad de mujeres e incluir más talento femenino. El conocimiento te empodera y te hace estar fuerte para afrontar distintas situaciones y esto no aplica solo a las mujeres.
En una mirada muy personal siento que los hombres muchas veces tapan sus emociones e intentan verse “fuertes” y creo que a las mujeres nos cuesta un poco más. Lo que quizá tiempo atrás nos hacía ver como “blandas” hoy siento que esa sensibilidad nos hace aportar una mirada distinta y empatizar más con las personas con las que interactuamos. En mi caso particular no me siento para nada blanda porque el conocimiento me da seguridad.
Hay un cuento que ya he leído muchas veces en las redes sociales, que habla de que una botella de agua tiene precios distintos según el lugar donde la compres y estoy segura que nuestro valor también varía en base al lugar en donde estemos. Además, mis estudios en ciencias económicas me enseñaron que si un bien es escaso, de repente tiene más valor y si hay pocas mujeres entonces valemos más.
Me gustaría invitar a cualquier mujer que lea esto a estudiar desarrollo de software para que entre todas podamos balancear la balanza. Esto último igual se puede aplicar a cualquier persona, porque todos somos distintos y podemos agregar valor en cualquier lugar en el que estemos, mediante miradas distintas sobre las cosas.
JV: La gente tiende a mirar a los que cosechan éxitos sin reflexionar sobre la larga historia de construcción de vida personal y profesional. ¿Cuál es el proceso de construcción para convertirse en la mujer de éxitos que hoy eres?
MA: Creo que mi éxito se debe a que soy muy curiosa, resiliente y a que siempre intento ser una buena persona. El proceso de construcción es quizá todo lo que he vivido, teniendo valores sanos y buenos ejemplos a seguir. Además, tiempo atrás descubrí que la pasión por lo que hago es la clave para avanzar y es la mejor manera de romper barreras.
El éxito no es algo solo de uno. Uno solo pone las semillas y riega, pero si no lo hacemos jamás cosecharemos. Quiero creer que la cosecha más importante es el cariño de las personas que te rodean. Me siento una persona exitosa porque he sembrado y cosechado mucho pero todo eso sin familia y amigos con los que compartir no tendría mucho sentido. Agradezco todos los días por la fortuna de tener a mi alrededor personas que se ponen contentas conmigo e incluso que me apoyan en los momentos difíciles y quiero creer que les retribuyo a mi manera.
JV: Además de tu impulso personal para tener éxito, ¿hay alguna persona que te haya inspirado para perseguir tus metas y objetivos?
MA: El éxito en sí jamás fue una meta a alcanzar para mi, sino una consecuencia de seguir ejemplos. Hay muchas personas que me han inspirado y me inspiran todos los días, pero creo que mis papás son mi gran ejemplo a seguir.
La vida no ha sido fácil para ellos pero siempre nos han marcado el camino a mis hermanas y a mí. Incluso se pusieron a estudiar en la facultad después de los 40 años. Trabajar y estudiar no es fácil y ellos lo hicieron al mismo tiempo que tenían 4 hijas. Yo trabajé y estudié desde que salí del colegio secundario y si a mi me resultó difícil, no quiero ni imaginar lo que fue para ellos.
JV: ¿Cuál fue, hasta aqui, el período más difícil en su proceso de construcción para convertirse en la persona exitosa que es hoy? ¿Alguna vez has pensado en rendirte?
MA: Es una pregunta difícil de responder porque ha habido muchos momentos difíciles y elegir uno no es fácil. Una vez me rendí y dejé la facultad por un par de años. Como dije antes no es nada fácil estudiar y trabajar. Uno resigna mucho. Por ejemplo, en este caso uno resigna fines de semanas de compartir con familia y amigos para estudiar. Volví a estudiar con un cambio de mentalidad, porque antes buscaba recibirme y ahora busco aprender sin importar si tardo más.
Tuve varios cambios bruscos en mi carrera profesional y ninguno fue fácil. El último gran cambio fue cuando entré formalmente al mundo del desarrollo de software. En ese momento estudiaba todo el tiempo porque sentía que nunca estaba a la altura para trabajar full time de esto. Además que mi hermana me ayudara a dar ese paso, un compañero de colegio que admiro mucho se recibió de coach ontológico y como trabajo final armó un grupo y yo participé. Este “taller” duró como un año y teníamos reuniones mensuales. Cada vez me iba con muchas cosas para procesar y me llevaban a realizar autoanálisis de los distintos aspectos que se iban tocando.
Un dia, no me acuerdo bien como, termine comentando mi adicción a estar estudiando todo el tiempo y el me hizo pasar al frente y repetir muchas veces en voz alta que yo era suficiente. No me pregunten cómo pero eso se quedó grabado en mi y me hizo ganar muchísima confianza en mí. No fue de un día para el otro pero hoy me siento segura de mi, de mis conocimientos y de mi capacidad de adquirir nuevos.
JV: ¿Qué te mantuvo firme en el cumplimiento de tus objetivos y metas y te impidió rendirte ante las adversidades de la vida?
MA: Si tengo que decir cual es mi gran meta en la vida tengo que decir que es “Ser Feliz” y el camino hacia ahí siempre va cambiando.
Uno va definiendo mini objetivos que nos van haciendo más felices de a poco, resolver un problema que aparentemente no tenía solución, aprender finalmente después de mucho esfuerzo algo que te resultaba difícil o ayudar a personas con distintas cosas. Incluso, cuando las cosas no salen como uno las quiere, con el paso del tiempo te das cuenta que fue lo mejor que te pudo haber pasado, aunque quizá en ese momento hubo hasta lágrimas involucradas.
Cada vez que afronto una adversidad, trato de cambiar mi chip interno y ponerme en “modo positivo” y creer que todo va a pasar. De alguna manera es como que uno se programa para eso y todo de repente se empieza a acomodar. No es fácil darse cuenta cuando entras en “modo negativo” y tampoco es fácil empezar a ver el lado positivo de las cosas, pero eso sucede.
JV: ¿Cuántos años de vida has invertido en calificaciones con objetivos y metas definidas hasta tener certeza que rompiste la pobreza y conquistaste alguna seguridad social y económica?
MA: Creo que toda mi vida. La seguridad social creo que siempre la tuve gracias a mi familia y amigos. La pobreza o la riqueza son circunstanciales. En la vida hay momentos mejores y peores con más o menos dinero, pero creo que mi mayor riqueza es mi conocimiento ya que es la herramienta por excelencia para salir adelante.
JV: Erasmo de Rotterdam, uno de los pedagogos más influyentes del mundo, dice que no se dan consejos a quien no los pide. Siempre me ha gustado pedir consejo a quienes tienen experiencia y cuyos éxitos se exponen en la ventana de la vida. Entonces, ¿qué consejo tienes para alguien que está comenzando a construir una vida y sueña con alcanzar el éxito?
MA: Que sean buenas personas en primer lugar y después que estudien lo que les apasiona. Encontrar esas cosas que nos hacen perder la noción del tiempo no es fácil. Lo que me gusta siempre aconsejar al respecto es que hagan una lista de cosas que les gustaría aprender sin importar si son difíciles o no, y empezar a estudiar sobre eso. Siempre al principio es difícil y hasta nos duele la cabeza pero si descansamos y lo volvemos a intentar, cada vez es más fácil.
Cuando encuentres eso que te apasiona te vas a dar cuenta porque lo vas a querer hacer todo el tiempo y vas a hablar todo el tiempo solo de eso. La pasión no solo nos lleva a querer aprender más y más, sino que también es contagiosa y puede ayudar a otras personas a motivarse y empezar.
En Instagram: @maruamallo
