Direto de Brasília-DF.
La vida está dando una corrida en el pelo a los profesionales de la educación y la docencia, en esta nueva realidad que requiere una urgente adaptación a plataformas remotas, todo para atender a familias, estudiantes y al país.
Hoy les presento a otra protagonista de la serie DIARIO DE BORDO. Debes saber que muchos de ellos, aqui en Brasil, están trabajando más de ocho horas diarias, sábados y domingos, para llevar a efecto sus deveres em esta nueva realidad pandémica.
Gracias Andreia Bombom, Gevani Silva, Shophia Bittencourt, Katia Silva, Kennya Fernandes, por poner a disposición parte de su tiempo y trabajo pecaminoso y cooperar voluntariamente con esta propuesta.
¡La educación y la enseñanza transforman a las personas y a los países, que se deján educar y ser enseñados!
Contigo, la diretora de escuela pública, ANDREIA FERREIRA BOMBOM, en su amable entrevista:
JV: ¿Cómo se describe a sí mismo?
AB: Soy Andréia Ferreira Alves, conocida en el ámbito escolar como Bombom. Soy diretora de escuela pública, desde 2012. He estado durante los últimos 8 años en el Centro de Ensino Fundamental 17 en Taguatinga, ciudad satélite de Brasilia, Distrito Federal, Brasil. Soy licenciada en Letras, con especialización en Gestión y Administración de Escuelas. Por tanto, soy una agente directamente involucrada en el proceso de educación y enseñanza.
JV: ¿Describe tu “nueva normalidad”, o nueva realidad como diretora de escuela pública, desde el RESET, que dio la pandemia en el proceso de educación y enseñanza, forzando el cambio de clases presenciales a clases virtuales, vía plataformas remotas?
AB: Todos estábamos consternados, viendo las noticias, hablando de un nuevo virus que está asolando al mundo. ¡El paisaje es increíble! Miles de muertos, cadáveres en cámaras frigoríficas, fallos económicos, cuestionamento de políticas humanitarias.
El 12 de marzo, el cumpleaños de mi primogénita, salió el primer decreto y se interrumpieron las clases en Brasilia, capital de Brasil. En los primeros días los buzones de mensajes de WhatsApp estaban llenos, con todos buscando información que en los primeros días, no teníamos los profesores.
Los maestros y el personal educativo fueron colocados en un régimen de “teletrabajo”, los estudiantes se quedaron momentáneamente sin contacto formal, esperando noticias de un mecanismo que pudiera ayudarlos. Nosotros, en la dirección de CEF 17, decidimos seguir trabajando en la escuela todos los días, para servir mejor a la comunidad local.
JV: ¿Cómo valora la importancia de su rol, para la formación del carácter de los estudiantes y para el proceso de educación y enseñanza?
AB: El director de escuela es un líder. En mi caso considero un liderazgo de adolescentes algo desafiante, que me “estira” todos los días, a veces hasta el punto de extensión. En esta fase de la vida estudiantil trabajamos con dudas, miedos, contradicciones, incertidumbres, pero también trabajamos con energía, vivacidad, pluralidad, sueños, creatividad y, por ello, reinventando y buscando continuamente evolucionar.
Para todos estos cambios, los estudiantes buscan a alguien que sea fuerte, capaz de resistir cuando las estructuras colapsan. Alguien que pueda escucharlos, entenderlos sin juzgarlos. Espero que encuentren estas características en los directores de escuelas, porque a eso me dedico.
JV: ¿Cómo percibe la realidad de los estudiantes y las familias, en relación al RESET que dio la pandemia en el proceso educativo y docente?
AB: La pandemia trajo acercamientos y separaciones inesperadas al ambiente escolar. La realidad es más diversa de lo imaginable. Hay familias sin recursos materiales, otras sin alimentos; estudiantes que vienen de instituciones que dan abrigo a jóvenes con conductas violentas; adolescentes en riesgo socioeconómico. Para aquellos que no tienen los medios para seguir las clases virtuales, se ofrecen actividades impresas, en substitución.
JV: ¿Cómo percibe la adaptación de docentes, asesores educativos, supervisores y estudiantes, ante el RESET que dio la pandemia en el proceso de educación y enseñanza?
AB: En los últimos cuatro años, nuestra escuela ha iniciado un proyecto que renovó la pedagogía de la institución. Estudié mucho las dificultades del profesor y fortalecí la coordinación pedagógica, equipamos la escuela para que los requisitos estuvieran acordes con las condiciones laborales. Cada inicio de año en la semana pedagógica, el equipo de docentes, coordinadores, ya entienden que es necesario instrumentalizarse.
Cuando llegó el “RESET”, sabíamos que se presentarían nuevos formatos y sin perder tiempo buscamos más información. Se han vuelto familiares nuevos términos, como “chat”, “en vivo”, “link”, educación remota, educación mediada por tecnología, educación colaborativa. El educador brasileño, Paulo Freire, por ejemplo, dice que solo hay enseñanza si hay aprendizaje.
JV: ¿Qué cambios ha impuesto la pandemia a los agentes administrativos, cocineros, guardias de seguridad, otros funcionarios y empleados subcontratados, en las escuelas públicas?
AB: Con profesores y estudiantes trabajando y aprendiendo de forma remota, otros profesionales de la educación continuaron sus horas normales de trabajo. La escuela en sí no se detuvo. Es necesario continuar con la custodia de bienes, cuidado de los almuerzos escolares, mantenimiento de equipos, envío de documentos, y asistencia a la comunidad escolar que necesita aún más de la escuela física para pedir ayuda, intercambio de información, entrega y recepción de material impreso, para quienes no tienen acceso a la plataforma virtual. Este papel contó con la ayuda de los “dejados atrás”, como cocineros, vigilantes y agentes de limpieza.
JV: ¿Cuáles son las mayores dificultades que enfrenta un director para mantener la escuela funcionando con condiciones de enseñanza razonables?
AB: Como los gerentes no se pudieron sacar de la rutina escolar y la necesidad de resolver problemas es presencial, la mayor dificultad es trabajar con el riesgo de contagio con el Coronavirus, pues que hay en las escuelas la presencia diaria de los cocineros, guardias de seguridad y otros.
Es difícil afrontar la realidad económica de los estudiantes. Muchos estudiantes no tienen acceso a Internet y / o computadoras. También está el tema de la reducción del equipo de trabajo presencial, el cansancio mental, el aumento de la jornada laboral y muchas horas en reuniones virtuales. Hay que tener em cuenta también, la dificultad de lidiar con lo nuevo desconocido.
JV: ¿El director de una escuela tiene que relacionarse con la clase política para obtener fondos para mantener la escuela en funcionamiento?
AB: En realidad, un director debe hacer todo lo necesario para obtener fondos para su unidad escolar. Es importante relacionarse con las clases políticas para beneficiarse de las enmiendas parlamentarias, ya que es a través de ellas que podemos hacer mejoras en las escuelas. Los directores con mayor articulación política reciben más, otros menos, y los que no tienen articulación se quedan fuera. Es así, en Brasil.
Los directores celebran fiestas de caridad para recaudar fondos para la escuela y también tienen una relación con la asociación de padres y maestros. Todas estas actividades son, de alguna manera, relaciones políticas que tienen como objetivo mantener la escuela en funcionamiento.
JV: ¿Cómo funciona esta relación entre pedir y recibir dinero público para mantener la escuela en condiciones mínimas de funcionamiento?
AB: El Estado debe atender las demandas de las escuelas y cuando esto no sucede, el gerente busca representantes políticos, la complementación de los fondos que llegan a las unidades en forma de descentralización financiera. Cuando nos sirven, hace toda la diferencia en el entorno escolar.
JV: ¿Qué análisis hace del RESET que dio la pandemia en el proceso de educación y enseñanza, en relación a la necesaria adecuación de docentes, orientadores educacionales, supervisores y estudiantes?
AB: Necesitábamos algo que moviera a las organizaciones sociales. Lamento profundamente las muertes, las pérdidas y la enfermedad en sí. Pero la educación mediada por tecnología llegó para quedarse. El camino aún es largo. Las escuelas necesitan estar mejor equipadas, necesitan que todos los sectores estén informatizados. Necesitamos equipos con acceso a internet para estudiantes y profesores; formación para profesores y estudiantes; asistencia a familias en riesgo.
JV: Al analizar a profesores, orientadores educativos y estudiantes, ¿qué idea tiene sobre la importancia de una simbiosis más profunda entre ellos, para que el proceso de educación y enseñanza sea más práctico y efectivo de lo que ha sido, incluso en la preparación de los estudiantes para el mercado laboral?
AB: El papel del maestro es ir más allá del “muro”. La pared de distancia hizo que otras áreas cuidadas dentro de la escuela se alejaran. En la escuela, el estudiante aprende a mediar conflictos en su hogar, comparte la soledad con sus colegas, a menudo mata el hambre y pasa tiempo de calidad con sus amigos. En esta relación de confianza se producen muchas ganancias, como el placer de participar en las clases, aprender a respetar al profesional docente, mejorar el aprendizaje y buscar mejorar la vida, a través de la formación académica que recibe.
JV: Si pudieras escribir un mensaje para ti y guardarlo en una cápsula del tiempo para abrir dentro de 10 años, ¿cuáles serían los tres deseos para mejorar el proceso de educación y enseñanza, que en 2030 te gustaría que se cumplieran?
AB: En la primavera de 2030 me gustaría que la educación fuera una prioridad en el país; que fuera para todos: pobres y ricos, negros, blancos, cristianos o ateos, con la erradicación del analfabetismo, y la deserción escolar. Por último, me gustaría ver a la profesión docente y a los profesionales de la educación, valorados como deben ser.
JV: ¿Cómo se sintió ser invitada a participar en la serie DIARIO DE BORDO?
AB: Me sentí tan feliz que me dije a mí mismo: “Estás en el camino correcto”.
JV: ¿Cómo fue su proceso de observación para hacer su DIARIO DE BORDO?
AB: Me gustaría informar días que son importantes dentro de la escuela, como reuniones, distribución de alimentos en la pandemia, informes de estudiantes infectados, estudiantes que se han quedado huérfanos, consejo de clase, plataforma de enseñanza, estudiantes sin acceso, así como proyectos, en el período. Decir también que me sentía perdidA, asustadA, pero el impulso de saber que tengo vidas esperándome me lleva a levantarme, rezar, planificar, ejecutar y seguir adelante.
JV: ¿Qué resultados desea lograr con los informes de su DIARIO DE BORDO?
AB: Que cada gerente pueda revisar sus prácticas de liderazgo; la comprensión de que no somos máquinas, porque como todo profesional también necesitamos que nos escuchen, tenemos ansiedades, miedos y frustraciones. Quiero decir que formar un buen equipo es fundamental. Para ser un líder eficiente debemos superar aquello que nos impide avanzar, liderar seguidores. En la suma de valores, hay una multiplicación que beneficia a todos en el entorno escolar.
JV: ¿Qué mensaje quiere enviar a los docentes, orientadores educativos, supervisores, otros agentes administrativos, y a los estudiantes, principamente de las escuelas públicas, que se ven obligados a adaptarse a esta nueva realidad que impone la pandemia?
AB: No hay una forma fácil, sin pérdidas e indolora en una pandemia. Todas las estructuras sociales se están poniendo a prueba en este momento. La escuela en su aporte social, siendo parte del manantial que impulsa a la sociedad se vio afectada en sus conceptos y estructuras, y se vio obligada a reinventarse rápidamente. Es fundamental después del miedo y el estancamiento inicial, reconstruir.
Actitudes conjuntas, acuerdos de cooperación y el sentimiento de que el problema debe ser enfrentado por todos, cambia escenarios caóticos, revela líderes y mejora significativamente los resultados. La pandemia trae consigo grandes lecciones. Enseña que necesitamos “estirarnos” para hacer un poco más. Hay que pensar que un momento difícil e inesperado como este puede ser un campo de oportunidades increíbles para aprender, crear, reinventar.
Los profesores, para mí, son imprescindibles e insustituibles. Estudiantes, les digo que el mundo no se detiene por nuestras dificultades personales, y que la escuela siempre los impulsará hacia adelante y hacia arriba.
Sobre los orientadores educativos, la pandemia los puso en el centro de atención, en una búsqueda activa de estudiantes, pues que lidian todos los días com estudiantes en crisis emocional, con ideación suicida, que ahora sufren sus trastornos en casa, cansados, agotados de estar muchas horas frente a una computadora.
Todos trabajamos más de 08 horas al día, e incluso los fines de semana. Los consejeros educativos son el aliento, la pausa, la palabra que necesitamos. Con ellos, todo se vuelve más ligero. ¡Gratitud!
JV: Invita a la gente a seguir la serie DIARIO DE BORDO.
AB: ¿Quieres ver el escaparate social más grande de la pandemia? La serie DIARIO DE BORDO le revelará la escuela. Este microorganismo social en simbiosis con familias, estudiantes y profesionales de la educación y enseñanza. Verás cómo se comportan en este momento de RESET, cómo afrontan momentos de fracaso educativo y qué hacen los diretores de escuelas para superar las crisis. La serie te mostrará cómo todos nos estamos reinventando.
¡Proximamente. No te lo pierdas!